Efectivamente, Javier Clemente planteará cambios en la Selección ante los
resultados inanes conseguidos en sus primeros partidos de clasificación. Estos
cambios serán paulatinos, siendo polémico el dejar de contar con
futbolistas de la “Quinta del Buitre”. A su vez, empezará a llamar a
futbolistas del FC Barcelona, que tendrían un papel protagonista en la
Selección.
Antes de que acabase el año, el 16 de
diciembre de 1992, se enfrentaría ante Letonia en el Sánchez Pizjuán, partido
en el que alineó a Zubizarreta, Ferrer,
Toni Muñoz, Solozábal, Vizcaíno, Amor, Guardiola, Bakero, Beguiristain, Claudio
y Kiko. Kiko fue el debutante en el aquel partido en el que también jugarían Martín Vázquez y Alfonso. La Selección por fin ganó, 5-0,
con goles de Bakero, Guardiola, Alfonso y Beguiristain
(2).
Antes de la siguiente cita
clasificatoria, España jugaría un amistoso ante la Selección de México. El
enfrentamiento tuvo lugar en el Estadio Insular de Las Palmas de Gran Canaria,
y se saldó con un empate 1-1. El partido, que estuvo lejos de dejar un buen sabor de boca,
sirvió a clemente para probar nuevos futbolistas de cara a la clasificación.
Así, volvió a convocar a Geli y a Nando Martínez y llamó como debutantes
a Imaz, Christiansen, Guerrero y
Fran González. El gol de España en
aquel encuentro lo marcaría Toni Muñoz.
Este partido, en todo caso, tendría un nombre propio para el recuerdo el del
debutante hispano-danés Christiansen,
integrante del Barcelona B y, por tanto, sin haber debutado aún en Primera
División.
El siguiente partido de clasificación
tendría lugar el 24 de febrero de 1993 ante Lituania, en el Benito Villamarín.
Para este encuentro, Javier Clemente
llamará a tres nuevos futbolistas: Lasa, Cristóbal, y Aldana. El once
lo componían Zubizarreta, Ferrer, Giner,
Alkorta, Lasa, Cristóbal, Guardiola, Guerrero, Bakero, Beguiristain, y Julio Salinas. España lavó la imagen
ante México ganando a los lituanos por 5-0, con goles de Cristóbal, Bakero, Beguiristain, Christiansen y Aldana.
Destacó en aquel partido, precisamente, Christiansen,
por su gol y por su asistencia en el de Aldana.
A los gritos de “Torero, torero” le
animaba la grada del campo bético, sin embargo, no volvería a jugar con la
Selección Española, aunque fuera convocado para el siguiente encuentro.
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Christiansen. FOTO: PACHANGA DE NOCHE |
Dinamarca era la Selección que esperaba
en la siguiente cita a España, el 31 de marzo de 1993 en Copenhague. Era
el partido más esperado de la fase de clasificación, a la vez que el más
complicado. Se creó cierta expectación y hasta la revista Don Balón dedicó a la previa varias páginas de análisis. “El choque que define el futuro” las
tituló, y en ellas analizaba la situación de ambas selecciones y pidió la
opinión de varios futbolistas y de Vicente
del Bosque. Para el que sería futuro seleccionador en 2008, la trayectoria
de Dinamarca le hacía vaticinar una victoria a favor de ésta, pero los
anteriores encuentros entre ambos combinados favorecía a España, por lo que
pronosticó un empate para la revista.
Javier Clemente alineó en aquel
encuentro a Zubizarreta, Ferrer, Giner, Alkorta,
Amor, Aldana, Cristóbal, Guardiola, Beguiristain, y Julio Salinas, y haría jugar también a Nadal y Goikoetxea.
España terminó perdiendo 1-0 ante Dinamarca con un gol de Povlsen tras un error defensivo español. Fue un partido polémico, y
en el que España se mereció más, se encontró un terreno de juego en regulares
condiciones, con las lesiones de Guardiola
y Goikoetxea, y ante un penalti a Nadal no pitado. Aunque España mantenía
todas sus opciones de acudir al Mundial, se complicó el pase y desperdició una
oportunidad para distanciarse de la favorita. La prensa volvió a resucitar a la
“Quinta del Buitre” y a atacar al seleccionador.
El siguiente encuentro clasificatorio
volvía a enfrentar a España contra Irlanda del Norte, el 30 de abril de 1993 en
el Benito Villamarín. Javier Clemente presentó un once con ciertos cambios de
importancia respecto del encuentro de Dinamarca: Zubizarreta, Ferrer, Giner, Alkorta, Toni Muñoz, Aldana, Hierro,
Guerrero, Beguiristain, Claudio y Julio
Salinas. Esta vez España sí venció, 3-1, con dos goles de Julio Salinas y uno de Hierro, pero el encuentro comenzó mal
con un gol muy tempranero del irlandés Wilson.
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Portada de El Mundo Deportivo |
La Selección recuperaba su pulso y
vencía el 2 de junio siguiente en el Estadio Zalgiris a Lituania por 0-2, con
dos goles de Guerrero. Los jugadores
en los que confió el seleccionador para dicho encuentro eran prácticamente los
mismos que alineó ante Irlanda del Norte, alineando a Lasa y a Nadal por Aldana y Beguiristain. En este partido
debutaría como internacional el barcelonista Quique Estebaranz.
Albania esperaba el siguiente
encuentro, pero antes tendría lugar un amistoso frente a Chile en el José Rico
Pérez, el 8 de septiembre de 1993. 2-0 ganó España nuevamente con un doblete de
Guerrero. Al igual que hiciera ante
México, Javier Clemente probó a nuevos jugadores: Camarasa, Caminero y Otero.
Ya en Tirana, el 22 de septiembre, en
el Estadio Qemal Stafá, España ganaría a los albanes 1-5. Zubizarreta, Goikoetxea, Camarasa, Alkorta, Toni Muñoz, Nadal, Hierro,
Guerrero, Caminero, Alfonso y Julio
Salinas componían el equipo que alineó Javier
Clemente, participando asimismo Quique
Estebaranz y Guardiola. Toni Muñoz, Caminero y Julio Salinas
(3) fueron los goleadores de nuestra Selección, mientras que Kushta hizo el de Albania.
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Alineación ante Albania en Tirana. FOTO: EQUIPOS DE FÚTBOL |
El partido ante Albania estuvo envuelto en polémica, puesto que en el programa El Larguero se pondría de manifiesto información de que se habría ofrecido un amaño a la Federación Española. Dicho intento quedó evidentemente en nada, ofreciendo un comunicado la FIFA según el cual “después de haber estudiado la documentación entregada por la Federación Española en relación con presuntas irregularidades ocurridas en el partido clasificatorio para la Copa Mundial de la FIFA-Estados Unidos 94 Albania-España, que se jugó en Tirana el pasado 22 de septiembre, la FIFA llegó a la conclusión de que no existen motivos para entrar en materia, ya que ambas federaciones, la de Albania y la de España, actuaron de manera absolutamente correcta”.
En estos partidos, España había desarrollado un juego distinto al de la época anterior, siendo el de ahora más físico, con más velocidad. En defensa, Ferrer se convirtió un jugador de
confianza para el seleccionador, asumiendo importancia como marcadores Giner y Alkorta. Nadal, que en
alguna ocasión jugaría de libre, se terminó convirtiendo en fijo junto a Hierro, dotando de fortaleza el
mediocampo. En el lateral izquierdo Camarasa
y Toni Muñoz se repartieron las
participaciones, mientras que futbolistas como Amor y Vizcaíno dieron
paso en importancia a Goikoetxea, Beguiristain y Caminero. Este último, Guerrero
y Guardiola eran los jugadores que
aportaban técnica al equipo. En la delantera, un problema: la ausencia de un
futbolista español goleador en la Liga que tuviera la confianza del técnico. Julio Salinas no jugaba en el FC
Barcelona por ser suplente de Stoichkov
y Romario, y Claudio no terminaba de ver puerta con la Selección. Jugadores como
Carlos Cobos o Alberto, que sí veían puerta con más facilidad en sus equipos, no
terminaron de ser llamados.
Javier Clemente levantaba
amores y odios a partes iguales. Especialmente era atacado atribuyéndosele un
juego rácano y poco vistoso –que, en realidad, no encajaba con los resultados y
cifras–, por contar con Zubizarreta
y Julio Salinas, y por dejar de
contar con los integrantes de la “Quinta del Buitre”. Pero el Seleccionador
veía frutos pese al duro comienzo y al tropiezo ante Dinamarca. Ahora quedaban
los dos huesos más duros del grupo, Irlanda y Dinamarca, y Javier Clemente no iba a dar un paso en falso pese a presiones.
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