viernes, 16 de agosto de 2019

ESPAÑA EN EL MUNDIAL USA 94, VEINTICINCO AÑOS... (3) LA SELECCIÓN ESPAÑOLA RECUPERA EL CRÉDITO PERO SE COMPLICA LA CLASIFICACIÓN ANTE DINAMARCA


Efectivamente, Javier Clemente planteará cambios en la Selección ante los resultados inanes conseguidos en sus primeros partidos de clasificación. Estos cambios serán paulatinos, siendo polémico el dejar de contar con futbolistas de la “Quinta del Buitre”. A su vez, empezará a llamar a futbolistas del FC Barcelona, que tendrían un papel protagonista en la Selección.

Antes de que acabase el año, el 16 de diciembre de 1992, se enfrentaría ante Letonia en el Sánchez Pizjuán, partido en el que alineó a Zubizarreta, Ferrer, Toni Muñoz, Solozábal, Vizcaíno, Amor, Guardiola, Bakero, Beguiristain, Claudio y Kiko. Kiko fue el debutante en el aquel partido en el que también jugarían Martín Vázquez y Alfonso. La Selección por fin ganó, 5-0, con goles de Bakero, Guardiola, Alfonso y Beguiristain (2).

Antes de la siguiente cita clasificatoria, España jugaría un amistoso ante la Selección de México. El enfrentamiento tuvo lugar en el Estadio Insular de Las Palmas de Gran Canaria, y se saldó con un empate 1-1. El partido, que estuvo lejos de dejar un buen sabor de boca, sirvió a clemente para probar nuevos futbolistas de cara a la clasificación. Así, volvió a convocar a Geli y a Nando Martínez y llamó como debutantes a Imaz, Christiansen, Guerrero y Fran González. El gol de España en aquel encuentro lo marcaría Toni Muñoz. Este partido, en todo caso, tendría un nombre propio para el recuerdo el del debutante hispano-danés Christiansen, integrante del Barcelona B y, por tanto, sin haber debutado aún en Primera División.

El siguiente partido de clasificación tendría lugar el 24 de febrero de 1993 ante Lituania, en el Benito Villamarín. Para este encuentro, Javier Clemente llamará a tres nuevos futbolistas: Lasa, Cristóbal, Aldana. El once lo componían Zubizarreta, Ferrer, Giner, Alkorta, Lasa, Cristóbal, Guardiola, Guerrero, Bakero, Beguiristain, y Julio Salinas. España lavó la imagen ante México ganando a los lituanos por 5-0, con goles de Cristóbal, Bakero, Beguiristain, Christiansen y Aldana. Destacó en aquel partido, precisamente, Christiansen, por su gol y por su asistencia en el de Aldana. A los gritos de “Torero, torero” le animaba la grada del campo bético, sin embargo, no volvería a jugar con la Selección Española, aunque fuera convocado para el siguiente encuentro.

Christiansen. FOTO: PACHANGA DE NOCHE
Dinamarca era la Selección que esperaba en la siguiente cita a España, el 31 de marzo de 1993 en Copenhague. Era el partido más esperado de la fase de clasificación, a la vez que el más complicado. Se creó cierta expectación y hasta la revista Don Balón dedicó a la previa varias páginas de análisis. “El choque que define el futuro” las tituló, y en ellas analizaba la situación de ambas selecciones y pidió la opinión de varios futbolistas y de Vicente del Bosque. Para el que sería futuro seleccionador en 2008, la trayectoria de Dinamarca le hacía vaticinar una victoria a favor de ésta, pero los anteriores encuentros entre ambos combinados favorecía a España, por lo que pronosticó un empate para la revista.

Javier Clemente alineó en aquel encuentro a Zubizarreta, Ferrer, Giner, Alkorta, Amor, Aldana, Cristóbal, Guardiola, Beguiristain, y Julio Salinas, y haría jugar también a Nadal y Goikoetxea. España terminó perdiendo 1-0 ante Dinamarca con un gol de Povlsen tras un error defensivo español. Fue un partido polémico, y en el que España se mereció más, se encontró un terreno de juego en regulares condiciones, con las lesiones de Guardiola y Goikoetxea, y ante un penalti a Nadal no pitado. Aunque España mantenía todas sus opciones de acudir al Mundial, se complicó el pase y desperdició una oportunidad para distanciarse de la favorita. La prensa volvió a resucitar a la “Quinta del Buitre” y a atacar al seleccionador.

El siguiente encuentro clasificatorio volvía a enfrentar a España contra Irlanda del Norte, el 30 de abril de 1993 en el Benito Villamarín. Javier Clemente presentó un once con ciertos cambios de importancia respecto del encuentro de Dinamarca: Zubizarreta, Ferrer, Giner, Alkorta, Toni Muñoz, Aldana, Hierro, Guerrero, Beguiristain, Claudio y Julio Salinas. Esta vez España sí venció, 3-1, con dos goles de Julio Salinas y uno de Hierro, pero el encuentro comenzó mal con un gol muy tempranero del irlandés Wilson.

Portada de El Mundo Deportivo

La Selección recuperaba su pulso y vencía el 2 de junio siguiente en el Estadio Zalgiris a Lituania por 0-2, con dos goles de Guerrero. Los jugadores en los que confió el seleccionador para dicho encuentro eran prácticamente los mismos que alineó ante Irlanda del Norte, alineando a Lasa y a Nadal por AldanaBeguiristain. En este partido debutaría como internacional el barcelonista Quique Estebaranz.

Albania esperaba el siguiente encuentro, pero antes tendría lugar un amistoso frente a Chile en el José Rico Pérez, el 8 de septiembre de 1993. 2-0 ganó España nuevamente con un doblete de Guerrero. Al igual que hiciera ante México, Javier Clemente probó a nuevos jugadores: Camarasa, Caminero y Otero.

Ya en Tirana, el 22 de septiembre, en el Estadio Qemal Stafá, España ganaría a los albanes 1-5. Zubizarreta, Goikoetxea, Camarasa, Alkorta, Toni Muñoz, Nadal, Hierro, Guerrero, Caminero, Alfonso y Julio Salinas componían el equipo que alineó Javier Clemente, participando asimismo Quique Estebaranz y Guardiola. Toni Muñoz, Caminero y Julio Salinas (3) fueron los goleadores de nuestra Selección, mientras que Kushta hizo el de Albania.

Alineación ante Albania en Tirana. FOTO: EQUIPOS DE FÚTBOL

El partido ante Albania estuvo envuelto en polémica, puesto que en el programa El Larguero se pondría de manifiesto información de que se habría ofrecido un amaño a la Federación Española. Dicho intento quedó evidentemente en nada, ofreciendo un comunicado la FIFA según el cual “después de haber estudiado la documentación entregada por la Federación Española en relación con presuntas irregularidades ocurridas en el partido clasificatorio para la Copa Mundial de la FIFA-Estados Unidos 94 Albania-España, que se jugó en Tirana el pasado 22 de septiembre, la FIFA llegó a la conclusión de que no existen motivos para entrar en materia, ya que ambas federaciones, la de Albania y la de España, actuaron de manera absolutamente correcta”.

En estos partidos, España había desarrollado un juego distinto al de la época anterior, siendo el de ahora más físico, con más velocidad. En defensa, Ferrer se convirtió un jugador de confianza para el seleccionador, asumiendo importancia como marcadores Giner y Alkorta. Nadal, que en alguna ocasión jugaría de libre, se terminó convirtiendo en fijo junto a Hierro, dotando de fortaleza el mediocampo. En el lateral izquierdo Camarasa y Toni Muñoz se repartieron las participaciones, mientras que futbolistas como Amor y Vizcaíno dieron paso en importancia a Goikoetxea, Beguiristain y Caminero. Este último, Guerrero y Guardiola eran los jugadores que aportaban técnica al equipo. En la delantera, un problema: la ausencia de un futbolista español goleador en la Liga que tuviera la confianza del técnico. Julio Salinas no jugaba en el FC Barcelona por ser suplente de Stoichkov y Romario, y Claudio no terminaba de ver puerta con la Selección. Jugadores como Carlos Cobos o Alberto, que sí veían puerta con más facilidad en sus equipos, no terminaron de ser llamados.  

Javier Clemente levantaba amores y odios a partes iguales. Especialmente era atacado atribuyéndosele un juego rácano y poco vistoso –que, en realidad, no encajaba con los resultados y cifras–, por contar con Zubizarreta y Julio Salinas, y por dejar de contar con los integrantes de la “Quinta del Buitre”. Pero el Seleccionador veía frutos pese al duro comienzo y al tropiezo ante Dinamarca. Ahora quedaban los dos huesos más duros del grupo, Irlanda y Dinamarca, y Javier Clemente no iba a dar un paso en falso pese a presiones.

domingo, 28 de julio de 2019

ESPAÑA EN EL MUNDIAL USA 94, VEINTICINCO AÑOS... (2) BUEN COMIENZO EN LA CLASIFICACIÓN, LLEGADA DE JAVIER CLEMENTE AL BANQUILLO Y DUROS RESULTADOS



Como ya dijimos, el primer partido de clasificación enfrentó a España ante Albania. Sería el único partido de la fase de clasificación con Vicente Miera en el banquillo de la Selección. Fue el 22 de abril de 1992, en el Benito Villamarín. El seleccionador dispuso una alineación realmente ofensiva, con tan solo una línea de tres defensas, Nando, Abelardo y Giner, con un mediocampo de integrado por Míchel, Amor, Hierro y Vizcaíno, y con Butragueño, Manolo y Goikoetxea como puntas. En la portería, por su parte, el fijo Zubizarreta.

España venció 3-0, con dos goles de Míchel y uno de Hierro, pero el juego de la Selección sería criticado por la prensa. Por ejemplo, El Mundo Deportivo calificó a “esta selección” como “un castigo”, criticándola por no golear a una selección tan modesta como la albanesa y mostrando en el terreno de juego apatía y adormecimiento.

En cualquiera de los casos, parece que la Selección no terminó de convencer y la Federación terminó nombrando a Javier Clemente como seleccionador, pasando Vicente Miera a ser Coordinador Técnico de la Federación, como también dijimos en la primera entrada.


Javier Clemente, el Seleccionador. Foto: ZELEB 
Sin duda, Javier Clemente pertenecía a una clase de entrenadores polémicos pero, como se ha dicho por muchos, capaz de imprimir un carácter muy particular a los equipos a los que entrenaba. En la Selección daría muestra de dicho carácter, pero no puede negarse que, en muchas ocasiones, sus decisiones acarrearon polémica, sin perjuicio de la legitimidad de ellas. Su mano derecha fue Andoni Goicoechea, que llevaba las categorías inferiores, y también le acompañaron Manuel Delgado Meco y Senén Cortegoso, preparador físico y fisioterapeuta respectivamente.

El primer partido de Javier Clemente como seleccionador tendrá lugar ante Inglaterra, un amistoso en Santander el 9 de septiembre de 1992, que ganó 1-0 y en el que hizo debutar a Juanma López y a Alfonso, y convocando de la “Quinta del Buitre” tan solo a Míchel, lo que ya atisbaba determinadas preferencias en el juego que quería imprimir a la Selección.

El 23 de septiembre de 1992 tendría lugar el segundo partido de la fase de clasificación y, por ende, el primero de Javier Clemente como seleccionador. Sería ante Letonia, en Riga, uno de los combinados más endebles del grupo. Tan solo convocó a un futbolista del Real Madrid, Alfonso, que no jugó de titular y dándose una situación inédita desde 1954. Para vencer a Letonia usó un 4-4-2 integrado por Zubizarreta en la portería, Ferrer, López, Solozábal y Toni Muñoz en defensa, Goikoetxea, Vizcaíno, Martín Vázquez, Álvaro Cervera en el centro del campo, y Bakero y Fonseca arriba. Sin embargo, no se pasa del 0-0. España falló en la fluidez del juego y Letonia se encerró atrás, apenas una oportunidad en todo el partido para nuestra Selección.

El siguiente partido también enfrentaba a España ante Irlanda del Norte, encuentro que tendrá lugar en Belfast el 14 de octubre de 1992. El seleccionador hizo cambios respecto del partido anterior y, así, pese a que mantuvo a los jugadores de la línea de defensa, en el centro del campo dispuso a Míchel, Hierro, Amor y Martín Vázquez, y en ataque a Manolo y a Claudio arriba. Aquel partido debutaron con la Selección Claudio y Guardiola, que saldría en el segundo tiempo. Con dicho once, Javier Clemente daba una nueva oportunidad a jugadores de la “Quinta del Buitre”, aunque ya daba muestras de que optaba por un juego más rápido y físico que técnico. En rueda de prensa manifestará que buscaba un juego rápido aéreo y, además, dejaba entrever que quería un tipo de delantero que no tenía: no tenemos delanteros de gran envergadura, por lo que intentaremos aprovechar los lanzamientos de las faltas y los saques de esquina. El resultado del encuentro volvió a ser decepcionante: otro empate. La Selección seguía sin convencer y se creía que, al igual que en la Eurocopa del verano anterior, España se quedaría fuera.

Guardiola. FOTO: 20 MINUTOS
Un mes después, en el Ramón Sánchez Pizjuán, el 18 de noviembre, la Selección se enfrentaría a Irlanda, el que sería el primer compromiso serio de España para la clasificación. Clemente  necesitaba que la Selección respondiera, y para ello hizo un cambio en la delantera, rescatando a Julio Salinas y volviendo a convocar a Butragueño. El primero de ellos se alineó como lateral izquierdo, repitiendo el resto de defensas que en los dos encuentros anteriores. En la media Míchel, Amor, Hierro y Martín Vázquez, y en arriba Butragueño y Salinas. Pero nuevamente España no logró ganar, empatando 0-0 y estando Irlanda muy cerca a ganar el encuentro. Las críticas arreciaron contra Javier Clemente, la Selección y el Fútbol español.

La difícil situación hará que el seleccionador busque un revulsivo en la Selección, y acometería cambios en todas las líneas del equipo. Nuevos jugadores empezarían a ser convocados en adelante, y con un perfil ajustado un estilo cada vez más físico, como Javier Clemente veía necesario implantar ya. Los jugadores damnificados serían principalmente los jugadores de la “Quinta del Buitre”. A Sanchís no lo había convocado en ninguno de sus cuatro partidos, sus dudas con Míchel y Butragueño disiparon sus dudas, atribuyendo al primero falta de entrega y considerando al segundo un estilo de jugador demasiado de área para el estilo de contraataque y velocidad que buscaba imprimir. A Martín Vázquez dejó de llamarlo por la lesión que sufrió en una de sus rodillas, y Solozábal, Álvaro, Fonseca y López empezaron a dejar de contar, y jugadores como Alkorta, Nadal, Caminero, Luis Enrique, Guardiola, Julio Salinas, o Beguiristain empezarían a tener un papel fundamental en España. Años después Javier Clemente lo reconocería al diario Marca: entendí que tenía que cambiar y lo hice.

Julio Salinas, que volvería a la Selección Española con Javier Clemente. FOTO: SPORTYOU 








martes, 9 de julio de 2019

ESPAÑA EN EL MUNDIAL USA 94, VEINTICINCO AÑOS... (1) LA DESIGNACIÓN DE ESTADOS UNIDOS, LA SELECCIÓN ESPAÑOLA EN 1992


Aprovechando que se cumplen veinticinco años de la celebración del Mundial USA 94, se le dedicarán una serie de entradas en Historias de Fútbol a la Selección Española en aquel Mundial, por el recuerdo que dejó, por la consagración de España como la Furia Roja, y por los recuerdos que dejó, como aquella difícil clasificación, el partido ante Alemania y el gol de Goikoetxea, las paseos ante Bolivia y Suiza, y el desafortunado partido ante Italia y codazo a Luis Enrique. Se hará un recorrido desde la designación de Estados Unidos, pasando por la fase de clasificación y la preparación del Mundial hasta llegar a la participación de España en el mismo.


Logo oficial del Mundial de Estados Unidos 94
Así, el comité ejecutivo de la FIFA otorgó el 4 de julio de 1988 la organización del Mundial de 1994 a Estados Unidos. La candidatura estadounidense obtuvo 10 votos a favor, la de Marruecos 7 y la de Brasil 2. Chile había terminado retirando previamente su candidatura. Sería el segundo Mundial organizado en un Estado de la CONCACAF en ocho años, pues en 1986 se había celebrado en Méjico. La FIFA daba un Mundial de Fútbol a un país sin tradición futbolística, no en vano, hacía años que había dejado de tener una liga de fútbol profesional. El baloncesto, el béisbol y el rugby eran los deportes dominantes en el país norteamericano. Pero Estados Unidos se entusiasmaba con el reto, y así hablaba Reagan tras la concesión: tenemos ocho millones de licencias y en los últimos años el incremento ha sido del 1.500%, podemos asegurar un gran Mundial.

Por supuesto hubo críticas a la elección de Estados Unidos como país organizador, pero terminaría organizando un gran Mundial, pese a que muchos estadounidenses ni siquiera conocían, aún en 1994, el significado del término “soccer”. Una extraordinaria inversión en la mejora de estadios e infraestructuras con grandes campañas publicitarias y de marketing daría como resultado un Mundial a la altura de las anteriores ediciones. La FIFA, al fin y al cabo, deseaba que Estados Unidos organizara la nueva edición del Mundial, a la vista de la oportunidad económica que representaba para la organización. De hecho, en diciembre de 1993 nacía la Major League Soccer (MLS), fruto del compromiso de Alan Rothenberg (Presidente de la USSF) con la FIFA de instaurar nuevamente una liga profesional de fútbol.

Cartel oficial del Mundial de Estados Unidos 94
Se inscribieron 144 países para participar en la clasificación para el Mundial, fase que comenzaría en 1992 y que finalizaría a finales del año siguiente. ¿Cómo estaba la Selección Española en 1992? No corrían los mejores tiempos para la Selección, entonces ya conocida como la “Furia roja”. No había logrado clasificarse para la Eurocopa de aquel 1992 celebrada en Suecia, y había muchas dudas sobre las posibilidades del combinado. El grupo en el que fue encuadrado para la clasificación fue el 3, con Irlanda, Irlanda del Norte, Lituania, Letonia, Albania y Dinamarca. Por tanto, los principales huesos para España eran Irlanda y Dinamarca, especialmente la ésta, que era la campeona de la Eurocopa de aquel año. No era un grupo fácil a priori.

El seleccionador era Vicente Miera, que sería destituido el 1 de junio de 1992, pese a que iniciara la clasificación ante Albania ganando 3-0. Desde el inicio de su encomienda estuvo muy cuestionado por no conseguir la clasificación de España para la Eurocopa y por no haber llevado a cabo una renovación de la Selección. Así, se nombraría nuevo seleccionador a Javier Clemente –que ya había sonado antes–, pasando Vicente Miera a ser Coordinador Técnico de la Federación a dirigir a la Selección sub 21 en las Olimpiadas de Barcelona.

Con Vicente Miera la Selección intentó encontrar un estilo propio, pero fue imposible y no dejó de ser una continuación del anterior seleccionador, Luis Suárez. La columna vertebral del fútbol que desarrollaba su Selección la forman el grupo de jugadores de la “Quinta del Buitre”, con Míchel, Butragueño y Martín Vázquez aportando la poca verticalidad que siempre se le achacó. Empleó siempre un clásico 4-4-2 utilizando como fijos a dichos jugadores y a Zubizarreta como portero indiscutible, a Sanchís como jefe de la defensa, dando oportunidades a jóvenes como Abelardo, Solozábal o Cristóbal, y utilizando arriba a Manolo y a Butragueño salvo excepciones.

Aquella victoria inicial para la clasificación para Estados Unidos ante Albania el 22 de abril de 1992 en el Benito Villamarín, con dos goles de Míchel y uno de Hierro, no sirvió para que impedir que la Federación dejase de confiar en el cántabro para conducir a la Selección hasta USA 94. El camino se continuaría, por no decir que se empezaría, con Javier Clemente. 

Once de Vicente Miera en partido de clasificación a la Eurocopa. España - Francia, 12 de octubre de 1991. FOTO: El Córner del Sur, www.elcornerdelsur.com


domingo, 23 de diciembre de 2018

ZUBIZARRETA Y… EL FIN DEL DREAM TEAM DE CRUYFF


El final de la etapa como futbolista de Andoni Zubizarreta en el FC Barcelona coincide con el del Dream Team de Cruyff, que había revolucionado el Fútbol de su época, no solo el español. La marcha del guardameta marcará el fin aquellos años dorados para el club.

18 de mayo de 1994. Final de la Copa de Europa. Hacía apenas tres días que el FC Barcelona había ganado su cuarta Liga consecutiva, y se enfrentaba al AC Milán de Capello. El escenario era el Estadio Olímpico de Atenas, y el club azulgrana era el gran favorito para hacerse con el título. Cruyff estaba realmente confiado, y un día antes del partido había disparado a los milaneses manifestado socarronamente que “ellos han fichado a Desailly y nosotros a Romario, esa es la diferencia”. Sin embargo, el equipo italiano endosó un aplastante 0-4 al FC Barcelona que aún se recuerda, y que supuso la humillación de uno de los mejores equipos del Mundo. Tras el pitido final, el vestuario parecía un cementerio ante la durísima e inapelable derrota. Pocas palabraspor parte de los jugadores, apenas algunas del propio Zubizarreta animando a sus compañeros. No sabía el guardameta que había sido su último partido como futbolista culé.

Zubizarreta en el césped del Olímpico de Atenas, tras la derrota... Foto: LACONTRACRÓNICA

A la mañana siguiente, en el Hotel Pentelikon, donde se hospedaba la expedición barcelonista, el guardameta abandonaba temprano la habitación para desayunar con su mujer Anne y sus hijos Markel y Luken. Fueron a desayunar y a la piscina. Fue cuando el guardameta se percató de que Núñez, Gaspart, Rexach y Cruyff se reunían, entonces sí pensó que, quizá, su futuro estaría lejos de Barcelona, y así le lo dijo a su mujer: “mira –señalando a la ventana de la habitación donde se producía esa reunión–, en esa ventana se está decidiendo nuestro futuro”.
Luego, a la hora del almuerzo, Zubizarreta preguntó a Gaspart si tenía algo que contarle, a lo que el directivo respondió que no. Pero posteriormente, en el autobús de vuelta al aeropuerto, y sentados juntos, el guardameta insistió: “Joan, por última vez, ¿tienes algo que contarme o no?”. Entonces sí, y con el entrenador de porteros Ángel Mur de testigo, Gaspart le confirmaba que el club no le renovaría, pues Cruyff no le garantizaba la titularidad y no podía quedarse. Zubizarreta contestó que nunca nadie le ha garantizado ser titular, que siempre se lo había ganado él, pero lo cierto es que no había vuelta atrás en la decisión, que provenía del técnico holandés.
El regreso a España, reconoce hoy el ex guardameta, fue traumático, y aquel jueves y el viernes siguiente fueron días muy duros para él, como reconocería a la semana siguiente en una rueda de prensa con la Selección Española. Ante los periodistas comentó que el club tenía que haberle comunicado en el mes de marzo anterior la decisión de renovarle o no, pero se le dijo que estando el equipo en los finales de la Liga y de la Copa de Europa lo mejor era aplazar la decisión a mayo. Confiaba, en todo caso, en la renovación, de hecho Cruyff manifestó en su día a la plantilla que si se ganaba un título, se producirían las renovaciones. Sin embargo, el holandés, tras aquella rueda de prensa manifestaría que la decisión de no contar con Zubizarreta para la siguiente temporada la había tomado meses atrás, pero que era lo mejor para el portero: “ha sido el mejor favor que podíamos hacerle, al dejar que jugara al máximo nivel en lugar de estorbarle”.
Zubizarreta se despedía del FC Barcelona en aquella rueda de prensa, en Puente Viesgo, concentrado con la Selección Española, que se preparaba para el inminente Mundial de Estados Unidos. Lo hacía sin malas palabras, educadamente, sin mostrar rencor a nadie ni al club, con el saber estar que siempre había mostrado. Ya días antes se había despedido de sus compañeros de club y del cuerpo técnico en un restaurante de la calle barcelonesa de Aribau. El propio Gaspart intermedió en su fichaje con el Valencia CF, pues el arquero no tenía representante y el directivo estuvo en Estados Unidos como Vicepresidente de la RFEF.
Era intención de Cruyff proceder a una renovación del equipo para la próxima temporada 94/95, y la portería era uno de los puestos que se verían afectados. Pero ni Busquets ni Lopetegui terminaron jugando al nivel del vasco. El técnico holandés tampoco quiso renovar a Salinas, Juan Carlos y Laudrup, y mandó al Athletic de Bilbao a Goikoetxea –uno de los mejores volantes españoles del momento– a cambio de Eskurza, que no cuajó en la plantilla. Hagi no cumplió las expectativas, y Korneev y Escaich no respondieron a las exigencias propias de un equipo como el FC Barcelona. Tan solo Abelardo puede ser tildado de un buen fichaje.
En esa temporada los culés acabarían en cuarta posición, y a la siguiente Cruyff sería destituido en el último tramo de Liga. Con la no renovación de Zubizarreta tras aquella final de mayo de 1994 empezaría el desmantelamiento y el final del Dream Team y, a decir verdad, lo cierto es que la portería azulgrana no tendría un portero de garantías hasta que en el verano de 1996 fuera fichado Vitor Baía. Seguro que muchos aficionados culés le echaron de menos.

El último once culé en que estuvo alineado Zubizarreta. Foto: GETTY IMAGES



sábado, 1 de diciembre de 2018

EL DÍA MÁS TRISTE DEL FÚTBOL FRANCÉS


El fútbol francés vive una nueva época dorada después de que la Selección Francesa ganase este verano el Mundial de Rusia, sin embargo, la misma Selección vivió momentos de real ostracismo y fracaso. Así, la primera mitad de la década de los 90 se recuerda con especial amargura por los aficionados franceses, que vieron como su Selección no se lograba clasificar para los Mundiales de Italia y Estados Unidos y hacía una pobre Eurocopa en Suecia. De aquellos años, siempre ocupa especial lugar de tormento la noche de 17 de noviembre de 1993, cuando Francia quedó fuera del Mundial de Estados Unidos y de la que recientemente se han cumplido veinticinco años.
El sorteo de grupos para la clasificación al Mundial de Estados Unidos había llevado a Francia al Grupo 6, con Bulgaria, Israel, Suecia, Austria y Finlandia. La andadura de los franceses en dicho grupo no comenzó bien, pues perdió en Bulgaria 2-0 en el primer partido, pero se repuso y, a falta de dos partidos, iba primera de grupo. Estos dos últimos partidos, además, los jugaría en casa, en París, en el emblemático Parque de los Príncipes, el mejor escenario posible para volver a clasificarse para un Mundial tras que no lo consiguiera en el de cuatro años antes.
Francia llegó con fuerza y confiada al primero de los partidos, ante Israel, a la que había ganado 0-4 en el partido de ida. Solo necesitaba un punto. Sin embargo, Israel venció 2-3 en aquel partido celebrado el 13 de octubre. La derrota se vivió por los franceses como un puntual tropiezo, y se seguía necesitando tan solo un punto para clasificarse, punto que habría de conseguir el próximo 17 de noviembre ante Bulgaria, que sí necesitaría la victoria para poder ir al Munidal, puesto que iba tercera de grupo tras Suecia y Francia.
Aquella tarde otoñal de 1993 el estadio parisino estaba atestado. Temperatura ideal para disputar el partido. L´Amerique de Joe Dassin sonó minutos antes del comienzo delpartido. Pitos y abucheos al himno búlgaro. Y un gallo suelto en el césped antes de comenzar para que se paseare chulescamente entre los jugadores búlgaros, en plena soledad ante un público íntegramente francés. Todo pintaba a favor de Francia que, a decir verdad, contaba con un gran grupo de futbolistas que dirigía Gérard Houllier y que sacaba un once de mucha calidad: Lama en la portería, Blanc, Desailly, Roche y Petit en la línea defensiva, Perdros, Deschamps, Sauzée y Le Guen en el centro del campo, y en la delantera Papin y Cantona. En el banquillo, también mucha calidad: Martini, Lizarazu, Ginola, Djorkaeff y Guerin. Era una de las selecciones europeas que mejores futbolistas había reunido en aquella fase de clasificación.

Alineación de Francia frente a Bulgaria aquel partido. FOTO: SOCCER, FOOTBALLI OR WHATEVER

La Bulgaria que tenía en frente, desde luego, la formaba la mejor generación de futbolistas que ha dado hasta hoy ese país, y la dirigía Dimitar Penev. Los once futbolistas que se enfrentarían a los franceses eran: Mikhailov bajo palos, Kremenliev, Yvanov, Tzvetanov y Houbtchev en defensa, Lechtkov, Yankov y Balakov en el medio, y Stoichkov, Kostadinov y Penev en ataque. Entonces, salvo Penev y Stoichkov, los futbolistas búlgaros no eran demasiado conocidos en el continente, y su Selección estaba teniendo problemas para poder clasificarse.
Francia salió fuerte en el partido, combinando un juego físico con otro de inteligencia y posesión, y en el minuto 32, aprovechando que Bulgaria tenía a un futbolista tendido en el césped por una entrada, Deschamps daba un pase largo desde la banda derecha hasta Papin, que esperaba al borde de área, para bajarlo con la cabeza a Cantona, que fusilaba al portero búlgaro. Francia tenía pie y medio en Estados Unidos, aunque Bulgaria le empatase. El viento soplaba cada vez más a favor de los franceses.
Bulgaria, no obstante, no se amilanó, y en el minuto 37 consiguió el empate por medio de Kostadinov, que superando a dos defensores galos remató de cabeza un córner desde la derecha sacado por Balakov. El balón entró por la parte alta del primer palo, mientras Lama se clavaba y sin que el defensor que cubría el palo, Pedros, alcanzase a despejar o repeler el remate.
Entonces, Francia comenzó a conceder juego y espacios, facilitando ataques peligrosos a Bulgaria, que antes solo había llegado a base de centros que terminaban chocando con una, hasta el momento, seria y sólida defensa por parte de los franceses. Así, Bulgaria se fue animada al descanso, viéndose con posibilidades para ganar el partido y poder estar en Estados Unidos, y con dicho espíritu jugaría la segunda parte.
Llega así el minuto 44 con 1-1 en el marcador. Borimov, que había sustituido a Tzvetanov, comete falta sobre Ginola, que a su vez había sustituido a Papin. La falta es casi en el córner izquierdo de la portería búlgara. Como el empate le bastaba a Francia, no importaba la falta, por lo que tan solo Cantona se sitúa en el área para el remate. Saca la falta Guérin con pase corto a Ginola, que decide hacer un centro al área que sobrepasa la posición de Cantona. El balón llega a los defensores búlgaros que inician un contragolpe veloz en el que un pase de Penev llega a Kostadinov que, con gran velocidad, sobrepasa a Le Guen y se interna en el área colocando un balón justo debajo del larguero que rebota dentro de la portería francesa. La gran estirada de Blanc para impedir el tito no fue suficiente. Minuto 44:59, Francia 1 – 2 Bulgaria. Parecía mentira, pero los franceses se quedarían contra pronóstico fuera del Mundial. El público parisino no se lo creía, los comentaristas de TF1 se lamentaban y Houllier se sentaba hundido en el banquillo.

Roche y Blanca, tendido, se lamentan del segundo gol de Kostadinov. FOTO: JUARA.NET

Un minuto tan solo añadió el árbitro, cuyo pitido final dio paso a la bronca de todo el estadio. Houllier se dirigió rápidamente al vestuario, Lama se lamentaba indignado, Desailly y Deschamps se llevaban las manos a la cabeza, Blanc se sentaba pensativo en el césped antes de dirigirse al vestuario, Ginola se hundía. Imágenes que aún quedan en el recuerdo de los aficionados franceses. Uno de los mejores equipos de Selección de Francia quedaba fuera del Mundial, la segunda cita mundialista consecutiva a la que faltaba Francia. Y volvía a una cita mundialista Bulgaria, con la que sería la más talentosa generación de sus futbolistas, llegando a quedar 4ª en Estados Unidos.

Kostadinov, seguido de sus compañeros, celebra el segundo gol. FOTO: THESE FOOTBALL TIMES

Aquel partido marcó un antes y un después en la Selección Francesa, que comenzaría con una renovación que construiría un equipo que ganaría el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000. La renovación comenzaría con la dimisión de Houllier días después de esta debacle ante Bulgaria, y dimitía aunque sembrando antes la polémica con Ginola, al que había señalado como responsable de la derrota: “David Ginola envió un misil al corazón del fútbol francés y cometió un crimen contra el equipo”. Aunque lo cierto es que Bulgaria hizo un contraataque desde su área que ningún futbolista francés pudo parar. Y sea como fuera, Francia volvía a quedarse fuera de un Mundial, y habiéndole bastado durante dos jornadas con conseguir un solo punto, y perdiendo en el último minuto del partido de aquel día 17 de noviembre de 1993, el día más triste del fútbol francés.
Cabecera de la crónica de A. Valiente para "El Mundo Deportivo". HEMEROTECA


viernes, 12 de octubre de 2018

VEINTICINCO AÑOS DE UNO DE LOS PARTIDOS MÁS IMPORTANTES DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA


Mañana se cumplen veinticinco años de uno de los partidos más importantes de la historia de la Selección española de fútbol. Octubre de 1993, Dublín, en su Distrito suburbano de Ballsbridge se alza un estadio hoy desaparecido, el Lansdowne Road, sin iluminación artificial, especialmente concebido para jugar a rugby, y allí se enfrentarán las selecciones de fútbol de Irlanda y de España en un partido clasificatorio para el Mundial de Estados Unidos del año siguiente. Los aficionados irlandeses se volcaron aquel día con su selección y convertían en una caldera el estadio, desembarcando en el mismo en el tren DART que cruzaba los bajos de la tribuna oeste. Entonces, Irlanda llevaba ocho años y 29 partidos sin perder en su terreno.

Un tren pasa bajo la tribuna oeste del Lansdowne Road. FOTO: THE TURFBURNER

España llegaba a ese partido muy cuestionada, en la tercera plaza del grupo por debajo de Dinamarca e Irlanda. Javier Clemente era el seleccionador, y el inicio de la clasificación no había sido bueno. Pese a la primera victoria en un partido del grupo, por 3-0 ante Albania ­­–partido que aún dirigió Vicente Miera, que precedió a Clemente–, cosechó tres partidos seguidos 0-0 ante Letonia, Irlanda del Norte e Irlanda, y tras recuperar algo de crédito ante Lituania destrozándola con un 5-0, pierde ante Dinamarca 1-2. Al seleccionador le llovieron muchas críticas durante toda la clasificación, no solo por los resultados, sino también por decisiones técnicas, como el haber prescindido de los integrantes de la Quinta del BuitreSanchís, Martín Vázquez, Míchel y Butragueño–, que hasta su llegada había sido la columna de la Selección. Sin embargo, en parte se logró ir remontando la situación, pero aún así, y para entonces, España no ocupaba plaza de clasificación y quedaban los dos partidos más difíciles posibles que podría depararle el calendario: ante Irlanda y Dinamarca. Un resbalón podría suponer que España no acudiera al Mundial, lo que supondría su segunda ausencia seguida en un torneo internacional, tras que no se clasificase para la Eurocopa de 1992.
Así, Clemente plantea ante Irlanda un equipo fuerte, acorde al rival que tenía España en frente. Para ello dispone de una defensa de cinco: Camarasa y Ferrer de laterales, Voro –debutaba con la Selección– y Giner de centrales, y Nadal de líbero. El centro del campo lo forman Hierro y Caminero, con Luis Enrique y Goikoetxea en las bandas, y arriba jugaría Julio Salinas. El resto de seleccionados fueron Lopetegui, Toni Muñoz, Alkorta, Bakero, Guardiola, Estebaranz y Kiko. En la portería estaría Zubizarreta, que aquel día jugaría su partido 82 con la Selección y superaría en internacionalidades a José Antonio Camacho.    

Alineación que saltó en el Landsdowne Road. FOTO: EQUIPOS DE FÚTBOL 

Clemente convoca la fuerza ante Irlanda” rezaba un titular de El País. Y en efecto, el partido fue planteado por Clemente con jugadores mayoritariamente físicos, buscando un juego directo en ataque y que, a la vez, frene defensivamente el mismo juego directo de Irlanda. Ello justificaba para Clemente el haber reservado para otras convocatorias a Guerrero y a Alfonso Pérez.
Iniciado el partido, a los 12 minutos Caminero empalma una volea que adelanta a España, tras tocar Salinas de cabeza un saque de banda de Ferrer. Y siete minutos después, Salinas recoge un pase largo de Camarasa, regatea al defensa irlandés Kenaghan y supera al guardameta Bonner casi sin ángulo en la esquina derecha de su área pequeña. Y apenas pasados otros cinco minutos, el central Keane despeja mal un pase de Caminero que recoge Salinas para batir nueva y sutilmente a Bonner. A los 25 minutos España iba ganando 0-3. El resto del partido fue un monólogo de España en el que destacó sobremanera Nadal, al que alguna crónica deportiva dijo haber recordado a Beckhenbauer y que, posiblemente, jugó uno de los mejores partidos de su carrera. Sheridan recortó en el segundo tiempo distancias para Irlanda, pero ésta nunca pudo meterse en el partido ante una España tan fuerte que venció 1-3.

Bakero. FOTO: FÚTBOL EUROPA /ALLSPORT
Así, España ganaba un partido ante un rival directo para obtener el pase para el mundial, y a la vez cogía oxígeno para su último partido ante la líder de grupo, Dinamarca. Tras el pitido final, y muy contento, Clemente pasó factura a sus detractores, a los que dedicó el triunfo a la vez que les recriminaba que hubieran considerado defensiva su convocatoria de jugadores y que prefirieran que España perdiese. Y es que dicho partido sirvió a Clemente para perfilar el aspecto posicional de su sistema en la Selección, pues había concebido un equipo compacto, serio y muy técnica y pormenorizadamente pensado que había dado un buen resultado en un partido decisivo.
Muchos recuerdan aún aquella trascendental victoria, de las más importantes de los últimos años, pues supuso un paso firme y decisivo en una fase de clasificación que se había tornado realmente cuesta abajo y angustiosa. Ya solo quedaba vencer a Dinamarca, lo que se conseguiría al mes siguiente en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán.

Portada de El Mundo Deportivo. FOTO: NO SOMOS LA ROJA, SOMOS ESPAÑA




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