El
fútbol francés vive una nueva época dorada después de que la Selección Francesa
ganase este verano el Mundial de Rusia, sin embargo, la misma Selección vivió
momentos de real ostracismo y fracaso. Así, la primera mitad de la década de
los 90 se recuerda con especial amargura por los aficionados franceses, que
vieron como su Selección no se lograba clasificar para los Mundiales de Italia
y Estados Unidos y hacía una pobre Eurocopa en Suecia. De aquellos años,
siempre ocupa especial lugar de tormento la noche de 17 de noviembre de 1993,
cuando Francia quedó fuera del Mundial de Estados Unidos y de la que
recientemente se han cumplido veinticinco años.
El
sorteo de grupos para la clasificación al Mundial de Estados Unidos había
llevado a Francia al Grupo 6, con Bulgaria, Israel, Suecia, Austria y
Finlandia. La andadura de los franceses en dicho grupo no comenzó bien, pues
perdió en Bulgaria 2-0 en el primer partido, pero se repuso y, a falta de dos
partidos, iba primera de grupo. Estos dos últimos partidos, además, los jugaría
en casa, en París, en el emblemático Parque
de los Príncipes, el mejor escenario posible para volver a clasificarse
para un Mundial tras que no lo consiguiera en el de cuatro años antes.
Francia
llegó con fuerza y confiada al primero de los partidos, ante Israel, a la que
había ganado 0-4 en el partido de ida. Solo necesitaba un punto. Sin embargo,
Israel venció 2-3 en aquel partido celebrado el 13 de octubre. La derrota se
vivió por los franceses como un puntual tropiezo, y se seguía necesitando tan
solo un punto para clasificarse, punto que habría de conseguir el próximo 17 de
noviembre ante Bulgaria, que sí necesitaría la victoria para poder ir al
Munidal, puesto que iba tercera de grupo tras Suecia y Francia.
Aquella
tarde otoñal de 1993 el estadio parisino estaba atestado. Temperatura ideal
para disputar el partido. L´Amerique
de Joe Dassin sonó minutos antes del
comienzo delpartido. Pitos y abucheos al himno búlgaro. Y un gallo suelto en el
césped antes de comenzar para que se paseare chulescamente entre los jugadores
búlgaros, en plena soledad ante un público íntegramente francés. Todo pintaba a
favor de Francia que, a decir verdad, contaba con un gran grupo de futbolistas
que dirigía Gérard Houllier y que
sacaba un once de mucha calidad: Lama
en la portería, Blanc, Desailly, Roche y Petit en la
línea defensiva, Perdros, Deschamps, Sauzée y Le Guen en el
centro del campo, y en la delantera Papin
y Cantona. En el banquillo, también
mucha calidad: Martini, Lizarazu, Ginola, Djorkaeff y Guerin. Era una de las selecciones
europeas que mejores futbolistas había reunido en aquella fase de
clasificación.
La Bulgaria que tenía en frente, desde luego, la formaba la mejor generación de futbolistas que ha dado hasta hoy ese país, y la dirigía Dimitar Penev. Los once futbolistas que se enfrentarían a los franceses eran: Mikhailov bajo palos, Kremenliev, Yvanov, Tzvetanov y Houbtchev en defensa, Lechtkov, Yankov y Balakov en el medio, y Stoichkov, Kostadinov y Penev en ataque. Entonces, salvo Penev y Stoichkov, los futbolistas búlgaros no eran demasiado conocidos en el continente, y su Selección estaba teniendo problemas para poder clasificarse.
![]() |
Alineación de Francia frente a Bulgaria aquel partido. FOTO: SOCCER, FOOTBALLI OR WHATEVER |
La Bulgaria que tenía en frente, desde luego, la formaba la mejor generación de futbolistas que ha dado hasta hoy ese país, y la dirigía Dimitar Penev. Los once futbolistas que se enfrentarían a los franceses eran: Mikhailov bajo palos, Kremenliev, Yvanov, Tzvetanov y Houbtchev en defensa, Lechtkov, Yankov y Balakov en el medio, y Stoichkov, Kostadinov y Penev en ataque. Entonces, salvo Penev y Stoichkov, los futbolistas búlgaros no eran demasiado conocidos en el continente, y su Selección estaba teniendo problemas para poder clasificarse.
Francia
salió fuerte en el partido, combinando un juego físico con otro de inteligencia
y posesión, y en el minuto 32, aprovechando que Bulgaria tenía a un futbolista
tendido en el césped por una entrada, Deschamps
daba un pase largo desde la banda derecha hasta Papin, que esperaba al borde de área, para bajarlo con la cabeza a Cantona, que fusilaba al portero
búlgaro. Francia tenía pie y medio en Estados Unidos, aunque Bulgaria le empatase.
El viento soplaba cada vez más a favor de los franceses.
Bulgaria,
no obstante, no se amilanó, y en el minuto 37 consiguió el empate por medio de Kostadinov, que superando a dos
defensores galos remató de cabeza un córner desde la derecha sacado por Balakov. El balón entró por la parte alta
del primer palo, mientras Lama se
clavaba y sin que el defensor que cubría el palo, Pedros, alcanzase a despejar o repeler el remate.
Entonces,
Francia comenzó a conceder juego y espacios, facilitando ataques peligrosos a
Bulgaria, que antes solo había llegado a base de centros que terminaban
chocando con una, hasta el momento, seria y sólida defensa por parte de los
franceses. Así, Bulgaria se fue animada al descanso, viéndose con posibilidades
para ganar el partido y poder estar en Estados Unidos, y con dicho espíritu
jugaría la segunda parte.
Llega
así el minuto 44 con 1-1 en el marcador. Borimov,
que había sustituido a Tzvetanov, comete
falta sobre Ginola, que a su vez
había sustituido a Papin. La falta
es casi en el córner izquierdo de la portería búlgara. Como el empate le
bastaba a Francia, no importaba la falta, por lo que tan solo Cantona se sitúa en el área para el
remate. Saca la falta Guérin con
pase corto a Ginola, que decide hacer
un centro al área que sobrepasa la posición de Cantona. El balón llega a los defensores búlgaros que inician un
contragolpe veloz en el que un pase de Penev
llega a Kostadinov que, con gran
velocidad, sobrepasa a Le Guen y se
interna en el área colocando un balón justo debajo del larguero que rebota
dentro de la portería francesa. La gran estirada de Blanc para impedir el tito no fue suficiente. Minuto 44:59, Francia
1 – 2 Bulgaria. Parecía mentira, pero los franceses se quedarían contra pronóstico
fuera del Mundial. El público parisino no se lo creía, los comentaristas de TF1
se lamentaban y Houllier se sentaba
hundido en el banquillo.
![]() |
Roche y Blanca, tendido, se lamentan del segundo gol de Kostadinov. FOTO: JUARA.NET |
Un
minuto tan solo añadió el árbitro, cuyo pitido final dio paso a la bronca de
todo el estadio. Houllier se dirigió
rápidamente al vestuario, Lama se
lamentaba indignado, Desailly y Deschamps se llevaban las manos a la
cabeza, Blanc se sentaba pensativo
en el césped antes de dirigirse al vestuario, Ginola se hundía. Imágenes que aún quedan en el recuerdo de los
aficionados franceses. Uno de los mejores equipos de Selección de Francia quedaba
fuera del Mundial, la segunda cita mundialista consecutiva a la que faltaba
Francia. Y volvía a una cita mundialista Bulgaria, con la que sería la más
talentosa generación de sus futbolistas, llegando a quedar 4ª en Estados
Unidos.
![]() |
Kostadinov, seguido de sus compañeros, celebra el segundo gol. FOTO: THESE FOOTBALL TIMES |
Aquel partido marcó un antes y un después en la Selección Francesa, que comenzaría con una renovación que construiría un equipo que ganaría el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000. La renovación comenzaría con la dimisión de Houllier días después de esta debacle ante Bulgaria, y dimitía aunque sembrando antes la polémica con Ginola, al que había señalado como responsable de la derrota: “David Ginola envió un misil al corazón del fútbol francés y cometió un crimen contra el equipo”. Aunque lo cierto es que Bulgaria hizo un contraataque desde su área que ningún futbolista francés pudo parar. Y sea como fuera, Francia volvía a quedarse fuera de un Mundial, y habiéndole bastado durante dos jornadas con conseguir un solo punto, y perdiendo en el último minuto del partido de aquel día 17 de noviembre de 1993, el día más triste del fútbol francés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario