domingo, 23 de diciembre de 2018

ZUBIZARRETA Y… EL FIN DEL DREAM TEAM DE CRUYFF


El final de la etapa como futbolista de Andoni Zubizarreta en el FC Barcelona coincide con el del Dream Team de Cruyff, que había revolucionado el Fútbol de su época, no solo el español. La marcha del guardameta marcará el fin aquellos años dorados para el club.

18 de mayo de 1994. Final de la Copa de Europa. Hacía apenas tres días que el FC Barcelona había ganado su cuarta Liga consecutiva, y se enfrentaba al AC Milán de Capello. El escenario era el Estadio Olímpico de Atenas, y el club azulgrana era el gran favorito para hacerse con el título. Cruyff estaba realmente confiado, y un día antes del partido había disparado a los milaneses manifestado socarronamente que “ellos han fichado a Desailly y nosotros a Romario, esa es la diferencia”. Sin embargo, el equipo italiano endosó un aplastante 0-4 al FC Barcelona que aún se recuerda, y que supuso la humillación de uno de los mejores equipos del Mundo. Tras el pitido final, el vestuario parecía un cementerio ante la durísima e inapelable derrota. Pocas palabraspor parte de los jugadores, apenas algunas del propio Zubizarreta animando a sus compañeros. No sabía el guardameta que había sido su último partido como futbolista culé.

Zubizarreta en el césped del Olímpico de Atenas, tras la derrota... Foto: LACONTRACRÓNICA

A la mañana siguiente, en el Hotel Pentelikon, donde se hospedaba la expedición barcelonista, el guardameta abandonaba temprano la habitación para desayunar con su mujer Anne y sus hijos Markel y Luken. Fueron a desayunar y a la piscina. Fue cuando el guardameta se percató de que Núñez, Gaspart, Rexach y Cruyff se reunían, entonces sí pensó que, quizá, su futuro estaría lejos de Barcelona, y así le lo dijo a su mujer: “mira –señalando a la ventana de la habitación donde se producía esa reunión–, en esa ventana se está decidiendo nuestro futuro”.
Luego, a la hora del almuerzo, Zubizarreta preguntó a Gaspart si tenía algo que contarle, a lo que el directivo respondió que no. Pero posteriormente, en el autobús de vuelta al aeropuerto, y sentados juntos, el guardameta insistió: “Joan, por última vez, ¿tienes algo que contarme o no?”. Entonces sí, y con el entrenador de porteros Ángel Mur de testigo, Gaspart le confirmaba que el club no le renovaría, pues Cruyff no le garantizaba la titularidad y no podía quedarse. Zubizarreta contestó que nunca nadie le ha garantizado ser titular, que siempre se lo había ganado él, pero lo cierto es que no había vuelta atrás en la decisión, que provenía del técnico holandés.
El regreso a España, reconoce hoy el ex guardameta, fue traumático, y aquel jueves y el viernes siguiente fueron días muy duros para él, como reconocería a la semana siguiente en una rueda de prensa con la Selección Española. Ante los periodistas comentó que el club tenía que haberle comunicado en el mes de marzo anterior la decisión de renovarle o no, pero se le dijo que estando el equipo en los finales de la Liga y de la Copa de Europa lo mejor era aplazar la decisión a mayo. Confiaba, en todo caso, en la renovación, de hecho Cruyff manifestó en su día a la plantilla que si se ganaba un título, se producirían las renovaciones. Sin embargo, el holandés, tras aquella rueda de prensa manifestaría que la decisión de no contar con Zubizarreta para la siguiente temporada la había tomado meses atrás, pero que era lo mejor para el portero: “ha sido el mejor favor que podíamos hacerle, al dejar que jugara al máximo nivel en lugar de estorbarle”.
Zubizarreta se despedía del FC Barcelona en aquella rueda de prensa, en Puente Viesgo, concentrado con la Selección Española, que se preparaba para el inminente Mundial de Estados Unidos. Lo hacía sin malas palabras, educadamente, sin mostrar rencor a nadie ni al club, con el saber estar que siempre había mostrado. Ya días antes se había despedido de sus compañeros de club y del cuerpo técnico en un restaurante de la calle barcelonesa de Aribau. El propio Gaspart intermedió en su fichaje con el Valencia CF, pues el arquero no tenía representante y el directivo estuvo en Estados Unidos como Vicepresidente de la RFEF.
Era intención de Cruyff proceder a una renovación del equipo para la próxima temporada 94/95, y la portería era uno de los puestos que se verían afectados. Pero ni Busquets ni Lopetegui terminaron jugando al nivel del vasco. El técnico holandés tampoco quiso renovar a Salinas, Juan Carlos y Laudrup, y mandó al Athletic de Bilbao a Goikoetxea –uno de los mejores volantes españoles del momento– a cambio de Eskurza, que no cuajó en la plantilla. Hagi no cumplió las expectativas, y Korneev y Escaich no respondieron a las exigencias propias de un equipo como el FC Barcelona. Tan solo Abelardo puede ser tildado de un buen fichaje.
En esa temporada los culés acabarían en cuarta posición, y a la siguiente Cruyff sería destituido en el último tramo de Liga. Con la no renovación de Zubizarreta tras aquella final de mayo de 1994 empezaría el desmantelamiento y el final del Dream Team y, a decir verdad, lo cierto es que la portería azulgrana no tendría un portero de garantías hasta que en el verano de 1996 fuera fichado Vitor Baía. Seguro que muchos aficionados culés le echaron de menos.

El último once culé en que estuvo alineado Zubizarreta. Foto: GETTY IMAGES



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