Como ya dijimos, el primer partido de
clasificación enfrentó a España ante Albania. Sería el único partido de la fase
de clasificación con Vicente Miera
en el banquillo de la Selección. Fue el 22 de abril de 1992, en el Benito
Villamarín. El seleccionador dispuso una alineación realmente ofensiva, con tan
solo una línea de tres defensas, Nando,
Abelardo y Giner, con un mediocampo de integrado por Míchel, Amor, Hierro y Vizcaíno, y con Butragueño, Manolo y Goikoetxea
como puntas. En la portería, por su parte, el fijo Zubizarreta.
España venció 3-0, con dos goles de Míchel y uno de Hierro, pero el juego de la Selección sería criticado por la prensa.
Por ejemplo, El Mundo Deportivo
calificó a “esta selección” como “un castigo”, criticándola por no golear
a una selección tan modesta como la albanesa y mostrando en el terreno de juego
apatía y adormecimiento.
En cualquiera de los casos, parece que
la Selección no terminó de convencer y la Federación terminó nombrando a Javier Clemente como seleccionador,
pasando Vicente Miera a ser Coordinador Técnico de la Federación, como también
dijimos en la primera entrada.
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Javier Clemente, el Seleccionador. Foto: ZELEB |
Sin duda, Javier Clemente
pertenecía a una clase de entrenadores polémicos pero, como se ha dicho por
muchos, capaz de imprimir un carácter muy particular a los equipos a los que
entrenaba. En la Selección daría muestra de dicho carácter, pero no puede
negarse que, en muchas ocasiones, sus decisiones acarrearon polémica, sin
perjuicio de la legitimidad de ellas. Su mano derecha fue Andoni Goicoechea, que llevaba las categorías inferiores, y también
le acompañaron Manuel Delgado Meco y
Senén Cortegoso, preparador físico y
fisioterapeuta respectivamente.
El primer partido de Javier Clemente como seleccionador
tendrá lugar ante Inglaterra, un amistoso en Santander el 9 de septiembre de 1992,
que ganó 1-0 y en el que hizo debutar a Juanma
López y a Alfonso, y convocando
de la “Quinta del Buitre” tan solo a Míchel, lo que ya atisbaba determinadas
preferencias en el juego que quería imprimir a la Selección.
El 23 de septiembre de 1992 tendría
lugar el segundo partido de la fase de clasificación y, por ende, el primero de
Javier Clemente como seleccionador. Sería ante Letonia, en Riga, uno de los
combinados más endebles del grupo. Tan solo convocó a un futbolista del Real
Madrid, Alfonso, que no jugó de
titular y dándose una situación inédita desde 1954. Para vencer a Letonia usó
un 4-4-2 integrado por Zubizarreta en la portería, Ferrer, López, Solozábal y Toni
Muñoz en defensa, Goikoetxea, Vizcaíno, Martín Vázquez, Álvaro
Cervera en el centro del campo, y Bakero
y Fonseca arriba. Sin embargo, no se
pasa del 0-0. España falló en la fluidez del juego y Letonia se encerró atrás,
apenas una oportunidad en todo el partido para nuestra Selección.
El siguiente partido también enfrentaba
a España ante Irlanda del Norte, encuentro que tendrá lugar en Belfast el 14 de
octubre de 1992. El seleccionador hizo cambios respecto del partido anterior y,
así, pese a que mantuvo a los jugadores de la línea de defensa, en el centro
del campo dispuso a Míchel, Hierro, Amor y Martín Vázquez, y
en ataque a Manolo y a Claudio arriba. Aquel partido debutaron
con la Selección Claudio y Guardiola, que saldría en el segundo
tiempo. Con dicho once, Javier Clemente
daba una nueva oportunidad a jugadores de la “Quinta del Buitre”, aunque ya daba muestras de que optaba por un
juego más rápido y físico que técnico. En rueda de prensa manifestará que buscaba
un juego rápido aéreo y, además, dejaba entrever que quería un tipo de
delantero que no tenía: no tenemos
delanteros de gran envergadura, por lo que intentaremos aprovechar los
lanzamientos de las faltas y los saques de esquina. El resultado del encuentro
volvió a ser decepcionante: otro empate. La Selección seguía sin convencer y se
creía que, al igual que en la Eurocopa del verano anterior, España se quedaría
fuera.
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Guardiola. FOTO: 20 MINUTOS |
Un mes después, en el Ramón Sánchez
Pizjuán, el 18 de noviembre, la Selección se enfrentaría a Irlanda, el que
sería el primer compromiso serio de España para la clasificación. Clemente necesitaba que la Selección respondiera, y
para ello hizo un cambio en la delantera, rescatando a Julio Salinas y volviendo a convocar a Butragueño. El primero de ellos se alineó como lateral izquierdo,
repitiendo el resto de defensas que en los dos encuentros anteriores. En la
media Míchel, Amor, Hierro y Martín Vázquez, y en arriba Butragueño y Salinas. Pero nuevamente España no logró ganar, empatando 0-0 y
estando Irlanda muy cerca a ganar el encuentro. Las críticas arreciaron contra Javier Clemente, la Selección y el
Fútbol español.
La difícil situación hará que el
seleccionador busque un revulsivo en la Selección, y acometería cambios en
todas las líneas del equipo. Nuevos jugadores empezarían a ser convocados en
adelante, y con un perfil ajustado un estilo cada vez más físico, como Javier Clemente veía necesario
implantar ya. Los jugadores damnificados serían principalmente los jugadores de
la “Quinta del Buitre”. A Sanchís no lo había convocado en ninguno
de sus cuatro partidos, sus dudas con Míchel
y Butragueño disiparon sus dudas, atribuyendo
al primero falta de entrega y considerando al segundo un estilo de jugador
demasiado de área para el estilo de contraataque y velocidad que buscaba imprimir.
A Martín Vázquez dejó de llamarlo por
la lesión que sufrió en una de sus rodillas, y Solozábal, Álvaro, Fonseca y López empezaron a dejar de contar, y jugadores como Alkorta, Nadal, Caminero, Luis Enrique, Guardiola, Julio Salinas,
o Beguiristain empezarían a tener un
papel fundamental en España. Años después Javier
Clemente lo reconocería al diario Marca:
entendí que tenía que cambiar y lo hice.
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Julio Salinas, que volvería a la Selección Española con Javier Clemente. FOTO: SPORTYOU |
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